Época: Hiroshima L2
Inicio: Año 1945
Fin: Año 1945

Antecedente:
La resistencia al Eje en Asia, Oceania y África

(C) Virginia Tovar Martín



Comentario

Durante la campaña de las Indias Holandesas -1942- los japoneses ocuparon también casi toda la Nueva Guinea holandesa, toda la australiana y porciones de la británica, y varios archipiélagos circundantes. En conjunto, y sobre todo en un primer momento, los neoguineos -se emplea aquí el término neoguineo para los habitantes de toda la isla, y neoguineanos para los habitantes del país actual Papúa-Nueva Guinea- de un lado y de otro son, en su mayoría espectadores, pese a que algunos combaten junto a los aliados. Asimismo, los ocupantes practican una política de atracción de la población local, a la que muchos, por anticolonialismo, se muestran sensibles. Algunos neoguineos colaboran desde el principio con los japoneses, y participan en la represión de la resistencia pasiva de holandeses, australianos y británicos bajo régimen nipón.
El Mando japonés tratará de utilizar los movimientos religioso-políticos locales, en particular los cultos cargo. Estos, cuyas primeras manifestaciones se remontan al siglo XIX, han representado siempre una modalidad directa o indirecta de oposición al régimen colonial. Y, ahora, algunos de ellos están dispuestos a apoyar a los japoneses en contra de los blancos, como el culto de Anggamita, en la parte holandesa, proseguido por uno de sus seguidores, S. Simiopiaref, que formó incluso un ejército, y que luego se volvería contra los japoneses. Otro grupo antijaponés será el de Korinus boseren; otro profeta, Simson, fue muerto por los japoneses. En efecto, las brutalidades, las matanzas, las requisas, el trabajo forzado fueron llevando a los neoguineanos, en particular a los movimientos nacionalistas, a esperar la llegada de los aliados como una nueva liberación. En 1944 la mayor parte de Nueva Guinea había sido liberada por los norteamericanos o los australianos. A mediados de 1945 todavía se combatía en el norte de la zona australiana. En agosto los japoneses se rendían.

La vuelta de los australianos, holandeses y británicos fue decepcionante para los neoguineanos. No sólo los australianos formaron unidades de papúas que emplearon contra el ocupante como el regimiento del PIR, sino que reclutaron mano de obra forzada, lo mismo que los británicos y norteamericanos, cuyas condiciones económicas y laborales eran pésimas y los malos tratos, frecuentes; a veces el régimen aliado fue peor que el japonés, y algunos autóctonos colaboradores fueron ejecutados por los australianos. El régimen colonial había vuelto.

Ocupadas las Salomón en el segundo trimestre de 1942, los japoneses establecieron un régimen de ocupación especialmente duro, que impidió la posible colaboración de la población, y que dio lugar al surgimiento de una oposición pasiva y a las consiguientes represalias del ocupante. Este fue obligado a irse relativamente pronto, después de la batalla de Guadalcanal, agosto de 1942- febrero de 1943. La administración militar estadounidense enroló por la fuerza, como trabajadores, a los ya baqueteados salomoneanos, lo que hizo añorar, a muchos, la ocupación japonesa.

Las Gilbert fueron ocupadas inmediatamente después de Pearl Harbor. Los japoneses mataron a todos los blancos que no pudieron escapar y trataron de atraerse a los autóctonos micronesios. Pero éstos prefirieron la resistencia pasiva, lo que les valió requisas, malos tratos e incluso bombardeos de represalia -uno de ellos acabó con toda una aldea. Cuando los británicos volvieron a su antigua colonia -pero llevados por los norteamericanos-, en noviembre de 1943, sólo supieron organizar cuerpos de trabajadores duramente tratados y reorganizar el régimen colonial.